La evolución de la música a lo largo
de la historia (Asier Areizaga)
La música ha acompañado al ser humano desde sus orígenes. Ha medida que el hombre ha ido evolucionando, han surgido nuevos estilos musicales de acuerdo con las culturas y necesidades del momento.
Todo comenzó cuando los cavernícolas descubrieron los ritmos y los cánticos que posteriormente utilizaron para sus rituales. Miles de años más tarde, diversas civilizaciones como la egipcia o la Antigua Grecia comenzaron a utilizar instrumentos y a crear diferentes estilos de música. Empleaban canciones y ritmos para dirigirse a los dioses y en ceremonias de todo tipo.
La ciencia avanza y, con ella, también los instrumentos de música. Esto ha dado lugar a nuevos sonidos y, por tanto, nuevos estilos. Ejemplo de ello es lo que hoy en día conocemos como “guitarra”. Nació en la Edad Media, y cambió radicalmente el panorama musical. Desde entonces, sobre todo gracias a los avances tecnológicos de los últimos siglos, han surgido cientos de instrumentos y estilos diferentes, como el Rock and Roll o el Reggae.
La creación de bandas o grupos músicales es cada vez mayor y en este blog analizaremos algunos de los más interesantes y novedosos.
La variada música desde la antigüedad hasta nuestro siglo no sólo ha destacado por la cantidad sino básicamente por haber planteado nuevos rumbos en cuanto a la relación obra-realidad, realidad en todo el sentido del concepto.El compositor queda más involucrado en las distintas etapas del producto final,desde la génesis sonora hasta ciertas condiciones acústicas, y muchas veces estéticas, de la sala de conciertos.Hombre y música comienzan a fundirse, identificarse, cada vez más quedando el todo, por lo general, convertido en un fenómeno plenamente particular, no repetible. Dentro de esta íntima fusión está el ejecutante quien tendrá a su cargo ciertas decisiones que rematarán el acabado final.Se conoce de la existencia de la música desde tiempos antes de Cristo cual es:"El arte de combinar los sonidos y los silencios, a lo largo de un tiempo,produciendo una secuencia sonora que transmite sensaciones agradables al oído, mediante las cuales se pretende expresar o comunicar un estado del espíritu". Estos sonidos eran producidos en un principio mediante la percusión de objetos como piedras, el piso, cueros de animales, o cualquier cosa que sonara placentero al oído.A través del tiempo se han creado nuevos instrumentos incrementando en número de los estilos musicales. Debido al incremento de estilos musicales, la expansión de estos fue inevitable creando la necesidad de inventar equipos que fuesen capaces de grabar y reproducir música. Esto sucedió ya que no todo el mundo era capas de crear música.
ETIMOLOGÍA
El origen etimológico proviene de la palabra MUSA, que en idioma griego antiguo aludía un grupo de personajes míticos femeninos, que inspiraban a los artistas. Las musas tenían la misión de entretener a los dioses bajo la dirección de Apolo. Precisamente, Apolo era el jefe de las musas; él las dirigía para que entretuvieran a los dioses en las comidas.
Historia
La música y el sonido han sido usados desde los primeros tiempos como vías para sanar el cuerpo y transformar estados mentales y emocionales. Un clásico ejemplo de esto es Pitágoras, el matemático griego, que usaba la música para calmar y sanar a personas que sufrían crisis emocionales. Los himnos nacionales contribuyen a generar sentimientos de patriotismo. Los cantos de culturas antiguas ayudan a la meditación y a la reflexión.
Las canciones de cuna han ayudado a dormir a los niños a través de los tiempos. La tecnología moderna nos ha dado sonidos y frecuencias específicas que, por ejemplo, ayudan en el tratamiento de las drogadicciones, activando la producción de ciertas sustancias químicas en el cerebro. Tanto si este uso ha sido consciente como inconsciente, antiguo o moderno, la música y el sonido han tenido y continúan teniendo una gran influencia en nuestro bienestar físico y emocional, como si pudieran tocar las emociones directa y profundamente, activando las propiedades resonantes del cuerpo humano.
Una de las primeras referencias escritas que existe en Occidente sobre el uso de la música como terapia pertenece a un antiguo texto hebreo. En el Talmud se mencionan aparatos que producían gotas de agua que caían de forma continuada en un cuenco de metal, creando de esta forma un continuo murmullo monótono que ayudaba a las personas a dormir y a restablecerse. Posteriormente, la música se ha utilizado como un importante foco sanador o espiritual en las civilizaciones del este, pero siempre formando parte de hechizos o uniones con el cosmos.
En las culturas antiguas de China, India, Egipto y Grecia la música y el sonido se usaban directamente para la curación o como parte de rituales religiosos para invocar a los dioses o a las divinidades. En el mundo occidental, con la caída del Imperio Romano el uso de la música para curar fue decayendo en pos de un uso lúdico.
Mientras en occidente el uso de la música como medio curativo o terapéutico iba desapareciendo, en las culturas indígenas de todo el mundo se continuaba utilizando. Su uso se extendía desde las Islas de San Blas en Panamá, hasta la India, África, Perú, México, el Caribe o América del Norte, manteniendo sus diferentes prácticas curativas a lo largo de los tiempos hasta la actualidad.
Las canciones de cuna han ayudado a dormir a los niños a través de los tiempos. La tecnología moderna nos ha dado sonidos y frecuencias específicas que, por ejemplo, ayudan en el tratamiento de las drogadicciones, activando la producción de ciertas sustancias químicas en el cerebro. Tanto si este uso ha sido consciente como inconsciente, antiguo o moderno, la música y el sonido han tenido y continúan teniendo una gran influencia en nuestro bienestar físico y emocional, como si pudieran tocar las emociones directa y profundamente, activando las propiedades resonantes del cuerpo humano.
Una de las primeras referencias escritas que existe en Occidente sobre el uso de la música como terapia pertenece a un antiguo texto hebreo. En el Talmud se mencionan aparatos que producían gotas de agua que caían de forma continuada en un cuenco de metal, creando de esta forma un continuo murmullo monótono que ayudaba a las personas a dormir y a restablecerse. Posteriormente, la música se ha utilizado como un importante foco sanador o espiritual en las civilizaciones del este, pero siempre formando parte de hechizos o uniones con el cosmos.
En las culturas antiguas de China, India, Egipto y Grecia la música y el sonido se usaban directamente para la curación o como parte de rituales religiosos para invocar a los dioses o a las divinidades. En el mundo occidental, con la caída del Imperio Romano el uso de la música para curar fue decayendo en pos de un uso lúdico.
Mientras en occidente el uso de la música como medio curativo o terapéutico iba desapareciendo, en las culturas indígenas de todo el mundo se continuaba utilizando. Su uso se extendía desde las Islas de San Blas en Panamá, hasta la India, África, Perú, México, el Caribe o América del Norte, manteniendo sus diferentes prácticas curativas a lo largo de los tiempos hasta la actualidad.
Durante los siglos XVIII y XIX se produjeron en occidente intentos individuales para establecer el uso curativo de la música. Sin embargo, no existió una conciencia global ni ningún movimiento en esta dirección hasta los años 70. Por ejemplo, Pío X, nombrado Papa en 1903, fomentó el uso del canto Gregoriano en la liturgia. La músicoterapia moderna adoptó en sus orígenes la música clásica occidental. Se descubrió que mucha de esta música, aún sin ser creada con propósitos terapéuticos, ayudaba a crear un mejor equilibrio hemisférico, calmando el sistema nervioso, promoviendo la estabilidad emocional, facilitando el aprendizaje y mejorando la orientación espacial. La música romántica también fue utilizada en terapias de visualización creativa para conectar con momentos pasados, debido a que escucharla ayuda e evocar emociones.
Hacia 1970, con la popularidad que alcanzaron diversas técnicas occidentales de meditación como la Mediación Trascendental (MT), el interés por las antiguas músicas sanadoras empezó a crecer. En los años 90 el interés por las prácticas del sonido puro sanador también se incrementó. Hoy en día es posible encontrar grabaciones, participar en cursos y escuchar conciertos interpretados por cuencos tibetanos, antiguos instrumentos sanadores como el didgeridoo de los aborígenes australianos, canto armónico y los diapasones. La capacidad sanadora de la música y el sonido ha sido redes cubierta.
Hacia 1970, con la popularidad que alcanzaron diversas técnicas occidentales de meditación como la Mediación Trascendental (MT), el interés por las antiguas músicas sanadoras empezó a crecer. En los años 90 el interés por las prácticas del sonido puro sanador también se incrementó. Hoy en día es posible encontrar grabaciones, participar en cursos y escuchar conciertos interpretados por cuencos tibetanos, antiguos instrumentos sanadores como el didgeridoo de los aborígenes australianos, canto armónico y los diapasones. La capacidad sanadora de la música y el sonido ha sido redes cubierta.
LA MÚSICA NACIONAL
La música nacional está formada por versiones urbanizadas de un conjunto de géneros musicales de origen indígena y mestizo que representan la estética musical de las élites. En el grupo de músicas indígenas se encuentran algunas danzas rituales asociadas con las festividades agrícolas del calendario indígena, como el yaraví, el danzante, el yumbo y el san juanito. En el grupo de músicas mestizas se encuentran el pasillo, el pasacalle, el albazo y el aire típico, los cuales combinan melodías y ritmos de origen autóctono y europeo. De todos estos géneros, el pasillo es considerado el símbolo musical del país, al grado de que los términos pasillo y música nacional se usan indistintamente como sinónimos de música ecuatoriana.
Difícilmente podemos clasificar a los géneros musicales mestizos que forman parte de la música nacional ecuatoriana como expresiones típicas de la Costa o de la Sierra. El pasacalle y el albazo, por ejemplo, son músicas tanto de la Costa como de la Sierra. Aunque los ecuatorianos acostumbran diferenciar el tiempo y el carácter del pasillo costeño y el pasillo serrano––el primero más ligero y alegre que el segundo––tampoco podemos afirmar que el pasillo tenga carta de naturalización en una de estas dos regiones. Las versiones urbanizadas de los san juanitos y danzantes que forman parte de la antología de la música nacional son conocidas tanto en la Costa como en la Sierra; no son el tipo de música que escucha o baila la población indígena. Un ejemplo es “Vasija de barro”, cuyos versos fueron escritos por renombrados poetas ecuatorianos y musicalizados por el afamado Dúo Benítez-Valencia en una noche de bohemia en casa del pintor Oswaldo Guayasamín.
La percepción que tienen los ecuatorianos de la música nacional ha cambiado paulatinamente desde fines de la década de 1970 como consecuencia de las migraciones rurales, los procesos de urbanización y modernización del país, el activismo político de los movimientos indígenas y el éxodo masivo de ecuatorianos como consecuencia de la crisis económica de fines de los años noventa. Las clases populares se han apropiado el término música nacional para referirse a su propio repertorio de canciones, conocido peyorativa-mente como “música chicha” y “música rocolera”. Asociadas con el trago y la cantina, estos estilos musicales aparecen en los años ochenta como expresiones modernas de san juanitos y pasillos, respectivamente, las cuales representan la estética y las experiencias de vida de las clases trabajadoras y los campesinos indígenas en las ciudades. Si bien en los años ochenta todos los ecuatorianos distinguían claramente lo que era la música nacional de lo que era la música rocolera y chichera, en los umbrales del siglo XXI estas diferencias empiezan a diluirse y las clases subalternas comienzan a ver su música popular como una expresión nacional.
EL PASILLO
El pasillo es un poema musicalizado con textos influenciados por la poesía modernista, una corriente literaria que se caracteriza por la consonancia y finura de sus versos. Su ritmo ternario tiene una rítmica distintiva que se deriva del vals europeo (dos corcheas seguidas por un silencio de corchea, una corchea y una negra). El acompañamiento típico está formado por una guitarra y un requinto, aunque versiones instrumentales para piano, órgano, estudiantinas y bandas militares han sido populares a lo largo del siglo XX.
El pasillo fue introducido al actual territorio ecuatoriano desde Colombia y Venezuela con las guerras de la independencia, pero pronto adquirió características locales al ser influenciado por las músicas autóctonas del país, como el sanjuanito y el yaraví. Históricamente, el pasillo ha desempeñado varias funciones en la vida social de los ecuatorianos. En el siglo XIX fue una de las músicas populares que tocaban las bandas militares en las ya desaparecidas retretas de los jueves y domingos que amenizaban la apacible vida de las pequeñas ciudades. También fue un baile popular de pareja entrelazada y uno de los géneros de música de salón que deleitaban las tertulias sociales en casas de familias aristocráticas. En los umbrales del siglo XX aparece el pasillo-canción, cuyas letras cantan a la mujer amada y también a los amores no correspondidos.
La mayoría de ecuatorianos piensan que los pasillos de antaño fueron siempre canciones románticas que exaltan e idealizan a la mujer en su condición de madre y de mujer amada, pero los cancioneros de las décadas de 1910 revelan una práctica muy distinta. El pasillo-canción de principios del siglo XX fue una expresión del pueblo
UN PASILLO ROCOLERO
Los movimientos migratorios del campesino a la ciudad traen cambios significativos en las prácticas musicales urbanas. Los indígenas y mestizos de las zonas rurales no solo traen consigo su música popular sino que también ejercen una gran influencia en el estilo de interpretar la música nacional. Los pasillos de la década de 1980, por ejemplo, son conocidos como música rocolera, un estilo musical asociado con la clase trabajadora y con el cual se interpretan ciertos boleros antillanos (tipo “La copa rota” de Alci Acosta) y valses peruanos del pueblo (tipo “Olvídala amigo” de Carmencita Lara), que abordan la temática del despecho, la traición y el triángulo amoroso en la relación de pareja. Cabe aclarar que mientras los boleros y los valses rocoleros siguen esta línea temática derogativa hacia la mujer, las letras de los pasillos rocoleros han conservado una tónica similar a la de los pasillos nacionales que idealizan a la mujer, pero con un lenguaje coloquial desprovisto de la poesía refinada que caracteriza al pasillo nacional.
El término “rocolera” no tiene relación alguna con el rock; proviene de la palabra “rock-ola”, una de las tantas marcas del aparato traga-monedas que se popularizara en Ecuador a mediados del siglo XX y que sobrevive actualmente en las cantinas y picanterías de los barrios populares. Si bien en los años sesenta se podía escuchar todo tipo de música en la rocola, solo una selección de boleros, valses y pasillos han sido estigmatizados como música rocolera.
EL SANJUANITO
El san juanito es la música indígena más popular en la sierra ecuatoriana. Especialmente conocido es el san juanito de la provincia de Imbabura, que se baila en las celebraciones del Inti Raymi en el solsticio de verano, también llamadas Fiestas de San Juan en honor a San Juan el Bautista, el santo patrón. Existen dos tipos de san juanito: el san juanito indígena, que se toca generalmente con dos flautas indígenas y un bombo en las zonas rurales, y el san juanito mestizo, que incorpora armonías e instrumentos de origen europeo como la guitarra, el violín, el acordeón y la armónica. El san juanito que ha entrado en la antología de la música nacional es una versión urbanizada del san juanito mestizo, con textos en español y arreglos de guitarra y requinto, siguiendo la estética musical de las élites y la norma de acompañamiento instrumental establecido para los pasillos nacionales. Un ejemplo es “Pobre corazón”, una canción del compositor Guillermo Garzón cuyo texto expresa la tristeza en que queda sumida una persona ante la partida de un ser querido. Este san juanito nacional tiene una estructura musical binaria y una copla formada por versos decasilábicos y octosilábicos que riman alternadamente. Estas características del texto y la música acercan este san juanito a la raíz hispánica en la línea continuum del mestizaje.
RESIGNIFICACIÓN DEL PASILLO Y EL SAN JUANITO
Tanto el pasillo como el san juanito son expresiones emblemáticas de la ecuatorianidad, pero representan distintos grupos étnicos y sociales de la nación mestiza. El pasillo nacional representa la raíz hispánica con sus textos poéticos, métrica ternaria, acompañamiento de guitarra y contextos performativos urbanos, que son elementos musicales y extramusicales atípicos de la música indígena. El san juanito, en cambio, representa la raíz indígena con sus melodías pentafónicas, métrica binaria, textos coloquiales de la vida cotidiana y sus contextos performativos rurales o de clase trabajadora.
La línea continua permite identificar los cambios estilísticos que han tenido el pasillo y el san juanito en la segunda mitad del siglo XX. Por ejemplo, el pasillo rocolero “Te quiero, te quiero” de los años ochenta tiene características musicales indígenas por el estilo chillón y nasal al cantar, así como por los timbres agudos en los arreglos musicales. Por tanto, este pasillo se mueve hacia la derecha de la línea del mestizaje. El san juanito “El conejito”, en cambio, se mueve hacia la izquierda de la misma línea continúa porque, si bien la melodía y el ritmo señalan su origen indígena, el aspecto performantivo incorpora instrumentos electrónicos, bailes coreográficos y vestimenta característicos de la música popular occidental. El san juanito nacional “Pobre corazón” se acerca más aún a la raíz hispánica por su texto elaborado y arreglos musicales que conforman la estética de los pasillos nacionales.
Introducción
Musica es la manifestacion artistica basada en la combinacion de sonidos. Los sonidos contstituyen la materia prima de la musica. Igual que un pintor trabaja con colores y un escritor con palabras. Un músico trabaja con sonidos, desde la melodía mas sencilla hasta la mas sofisticada sinfonia.
La musica ecuatoriana es el conjunto de canciones y melodias que tratan temas y generos propios de nuestro pais, por lo tanto, es una musica que se identifica con l folclor nacional. Ademas, es muy bueno conocer mas de nuestra música hecha por ecuatorianos.
Introducción
Musica es la manifestacion artistica basada en la combinacion de sonidos. Los sonidos contstituyen la materia prima de la musica. Igual que un pintor trabaja con colores y un escritor con palabras. Un músico trabaja con sonidos, desde la melodía mas sencilla hasta la mas sofisticada sinfonia.
La musica ecuatoriana es el conjunto de canciones y melodias que tratan temas y generos propios de nuestro pais, por lo tanto, es una musica que se identifica con l folclor nacional. Ademas, es muy bueno conocer mas de nuestra música hecha por ecuatorianos.
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